La seducción, por muy
modernas que nos puedan parecer las estrategias de ligue y demás métodos que
muestren los maestros de la materia, tiene unos orígenes muy remotos. Surgió
como la única estrategia que dotaba de poder a las mujeres en un mundo donde la
fuerza bruta y el machismo se olían por todas partes. Era la única forma de
hacerse de notar, controlar el deseo y el placer que podían proporcionar al
hombre.
Lo curioso es que, aunque
inicialmente surgió como algo puramente femenino, los hombres pronto se
percataron de los beneficios que estas técnicas podían darles en otros ámbitos
como la política, la interacción social, etc.
A lo largo de la historia la belleza no siempre ha sido vista de la misma manera. Durante muchos años, los pechos grandes y las caderas anchas era lo que más gustaba ya que era símbolo de fecundidad. En la Grecia Clásica, la belleza estuvo relacionada con la proporción y la simetría de los cuerpos, la cual en el Renacimiento se representó con el “Hombre de Vitruvio” de Da Vinci. Hace no muchos años el canon de belleza de nuestra cultura cambió drásticamente hasta llegar a considerarse la delgadez y la piel morena como signo de belleza.
Actualmente, encontramos numerosas diferencias en la forma de
seducir y de vivir la seducción entre hombres y mujeres, bien sea debido a las
diferentes expectativas que tienen ambos o bien debido a las diferencias en la
educación recibida o la cultura en la que han crecido.
A las mujeres les suele seducir un hombre que sea atento con
ellas, detallista y cariñoso, mientras que a los hombres, lo primero que les
seduce es el cuerpo que tenga la mujer, esto es debido a que las mujeres se
suelen enamorar de las expectativas de lo que será ese hombre en el futuro,
mientras que el hombre se suele enamorar del físico.
La cultura en la que hemos crecido nos ha enseñado que el hombre
es el que normalmente toma la iniciativa, por lo que las técnicas de seducción
de la mujer suelen ser más sutiles, aunque este rasgo está sufriendo cambios
cada vez más grandes.
Entre las recomendaciones que encontramos en internet para seducir
a hombres encontramos el ir siempre arreglada, bien vestida, bien pintada, que
la mirada sea seductora y que se sonría mucho, mientras que las recomendaciones
que más veces encontramos repetidas para que un hombre seduzca a una mujer son
el ser atento, mostrar que es el centro de la conversación o ser cariñosa sin
caer en el ser empalagoso.
A pesar de las diferencias comentadas anteriormente entre
hombres y mujeres. Hay diversos autores que han propuesto una serie de métodos,
con los que afirman que se puede aprender a seducir. Un ejemplo de ello, es el
método Mystery. El propósito de este manual es enseñar a sujetos menos
experimentados cómo atraer mujeres hermosas. También a aprender estrategias
para trabajar con sus estados emocionales. Es un sistema práctico diseñado en
colaboración por varios experimentados artistas de la Seducción (en inglés
pick-up artists, PUAS), con el objeto de ayudar a los PUAS menos
experimentados. El PUA debe primero encontrar la mujer que lo atrae (su
target). Una vez hallada, debe hacer contacto con ella o “abrirla”, iniciando
una conversación. A continuación, debe “romper el hielo” (desarmar su bitch
shield o actitud a la defensiva). Habiendo logrado todo esto, debe proyectar su
personalidad de manera que ella se sienta atraída. Una vez que él está ya
seguro de haber logrado atraerla, le queda elegir entre alejarse de una manera
agradable o, simplemente, realizar un cierre (close), quedando en verse otra
vez. Es en base a este simplísimo razonamiento que el sistema FMAC ha sido
diseñado (FMAC= Find, Meet, Atract, Close, es decir encuentra, contacta, atrae
y cierra). ¿Por qué te atreverías o no a emplear este método? ¿Crees que son realmente
buenos o solo un timo más de esta sociedad?
Percibirse como seductor supone grandes beneficios para nuestra
autoestima, ¿pero dónde están los límites de esta necesidad de sentirse
atractivo? En algunas ocasiones, la seducción se convierte en un arma de doble
filo para los grandes seductores, pues pierden el objetivo que en un primer
momento puede ser llevarse a una mujer a la cama, quedándose con el simple
placer de provocar en la otra ese deseo de poseerlo. Observamos personalidades
como la histriónica, la narcisista o la dependiente, que necesitan
constantemente de esta atención o validación del otro, lo cual puede ser
verdaderamente problemático.
También en otras culturas existen diferencias a la hora de considerar qué es atractivo y seductor. En Birmania las mujeres se colocan gruesos collares para estirarse el cuello, estos son considerados joyas y símbolos de riqueza. En China, los pies de loto (pies pequeños) son considerados aún en algunas zonas realmente atractivos y sensuales. En Mauritania, las madres engordan a sus hijas a la fuerza ya que es símbolo de salud, riqueza y belleza.
Además, parece que la mayoría de los “símbolos de belleza o seducción” ha estado relacionada en parte con la riqueza y la buena posición social. Los pies vendados en China significaba que tenían suficiente poder adquisitivo para estar en casa y no trabajar; e incluso cuando hace años la piel blanca y la gordura era atractiva y significaba que no se trabajaba en el campo y que se tenía una buena situación económica, al igual que ahora el estar moreno es símbolo de disfrutar de unas buenas vacaciones. Pero, ¿qué atrae realmente el aspecto físico o la riqueza y poder que ello representa?
El dinero en la seducción, ¿qué relación hay? La riqueza significa tener acceso a recursos. Desde el principio del ser humano como ser social, “la riqueza” podía referirse al almacén oculto de comida y las pieles. Hoy es dinero, por lo tanto no es nada nuevo el querer tener una seguridad financiera. Lo que atrae a una mujer no es el dinero sino el hecho de acceder a una mejor calidad de vida para ella y sus hijos. Aunque también nos podemos encontrar con mujeres jóvenes que lo que quieren es una seguridad económica para ellas y sus lujos, pero no con vistas a una vida familiar, no importándoles estar con hombre mucho mayores que ellas. En tal caso no podríamos hablar de seducción.
Un
buen ejemplo es el de todas las telenovelas, donde siempre hay una mujer que se
enamora del jardinero pobre, pero que en realidad está con el millonario. En
las películas elegirá al jardinero, en la vida real al millonario porque al
final, instintivamente lo que busca la mujer es su mejor supervivencia y la de
sus hijos. Pero por supuesto que se puede seducir sin dinero. Aunque si como
dicen por ahí, “el amor lo puede todo” pues entonces vivan de amor, coman amor,
beban amor, respiren amor, porque el amor es amor y saciará todas tus
necesidades. Al final la seducción es una vía para conseguir algo, y
el dinero no es más que una motivación.
Las nuevas tecnologías han supuesto una nueva forma de comunicación en
nuestra sociedad actual. Los chats, tuenti, twitter, Facebook o más
recientemente el whatshapp, han provocado una revolución en las relaciones
sociales. Ahora es posible contactar y seducir a miles de personas sin
necesidad de estar en el mismo lugar, y hasta sin conocerse. Esto ha
desencadenado un cambio en la manera de seducir, puesto que ya el físico no es
tan importante, y entran en escena otros muchos aspectos. Después de todo lo
comentado, ¿qué creéis que pasará en el futuro con respecto a la forma de
comunicarnos y relacionarnos con los demás? ¿Podríamos enamorarnos de una
máquina programada?
Preguntas iniciales
¿Hasta qué punto merece la pena
“maltratarnos” para adaptarnos a los cánones impuestos a la sociedad?
¿A qué tipo de personas le puede funcionar
el método Mistery? ¿En qué medida piensas que las reglas de la seducción están
escritas?
En tu opinión, ¿cómo seduce los
hombres? ¿y cómo lo hace las mujeres?